Monday, April 28, 2008

Orígenes iguales, caminos diferentes

Aldo Benalcazar

Image and video hosting by TinyPic

Como inmigrante ecuatoriano, me gustaría saber de las experiencias de otros ecuatorianos que vienen a este país en busca de una vida mejor. Como vine a los cuatro años, no sentí muchas de las dificultades que los inmigrantes enfrentan al venir a un nuevo país. Aprendí el inglés fácilmente, y tuve una educación buena. Gracias a los sacrificios de mis padres, no fue difícil acostumbrarme a vivir en este país. Mis padres sí tuvieron que vivir muchas dificultades cuando vinieron. Me han contado de todos los trabajos que tuvieron para finalmente tener uno que los dejó salir adelante en este país y darle una educación buena a mi hermana y a mí. Por esto, you estoy muy agradecido de ellos.
Para este ensayo, decidí entrevistar a una señora ecuatoriana que vino a los Estados Unidos hace 5 años. Ella también tuvo que conquistar a todos los obstáculos que enfrentaron mis padres, y todavía sigue acostumbrándose a vivir en este país. La razón por lo cual decidí preguntarle de su experiencia como inmigrante en este país es por que me interesó saber los pensamientos de una persona ecuatoriana que vino a este país en busca de una vida mejor, como lo hicieron mis padres. Pienso que puedo aprender mucho de las experiencias de ellos, así como he aprendido mucho de las experiencias de mis padres.
La persona que entrevista se llama Adriana Osorio. Ella es Guayaquileña (de Guayaquil, una ciudad en Ecuador) que vino a los Estados Unidos hace cinco años. Ella es una señora de 32 años, alta y delgada con piel morena. Tiene pelo negro, con traces de color pintado café-anaranjado. La primera pregunta que le hice fue si fue difícil acostumbrarse a vivir en este país. Ella me contestó que era lo “más difícil [que ella tuvo que hacer] en su vida.” Le pregunte que me explique. Ella me contesto que en Ecuador, ella ya tenía su vida hecha. Ella tuvo dos trabajos: en una radio estación guayaquileña, y en un canal de televisión. Entonces, ella ya tenía su carrera en Ecuador. Pero cuando vino aquí, tuvo que dejar todo eso y empezar de nuevo. Ahora, ella trabaja en un restaurante mexicano en Alhambra, como mesera. Ella me dijo que el tipo de trabajo que tiene ahora es muy diferente que los que ella tenía en Ecuador, y esto fue un desafío muy grande.
Pero Adriana me dijo que lo más difícil de vivir en este país es no saber el inglés muy bien. Le pregunté si ella hace algo para aprenderlo, y me contestó inmediatamente que ella toma clases de inglés en una escuela. Me dijo que, para ella, la educación y el deseo de aprender no se le ha ido. Me dijo que “uno siempre aprende” en la vida, y por eso, ella se esfuerza para aprender el inglés. Me dijo que ella estudiará “hasta que sea vieja.” Un comentario que perfectamente expliqua su experiencia de ser una inmigrante ecuatoriana es que que en su vida aquí hay “muchas barreras,” y se siente “como un niño recién nacido.” Pero me dijo que sus ganas de salir adelante le da la esperanza para trabajar duro y dedicarse a darle una vida mejor a su familia.
Para hacer la entrevista menos pesada, le pregunté que hace ella y su familia para conservar sus tradiciones ecuatorianas. Ella me dijo que su familía se reúne todos los domingos después de misa, y hacen cenas. En Ecuador, se celebra el fin de año con una fiesta grande, y esto es una costumbre que ella todavía tiene. Y también me dijo que ella ve televisión en español, no solamente por que lo entiende, pero por que le recuerda de su país. Puedo decir que, aún tener muchas barreras al venir a este país, Adriana es optimista. Habla con confianza y seguridad.
Por final, le pregunté si ella extraña a su país. Me sorprendí cuando me contestó que no. Me dijo que toda su familia se vino a los Estados Unidos, y por esto no extraña a Ecuador. Me comentó que si sus padres estuvieran allá, ella si extrañaría estar en Ecuador. Pero toda su familia esta aquí, y por esto ella no tiene un gran deseo de vivir allá. Esto me hizo dar cuenta que, para unos inmigrantes, el país existe en la gente. Es decir, la familia y las amistades de una persona preservan los valores nacionales de su país, y son ellos los que hacen al país lo que es. Entonces, no es necesario estar físicamente en su país. Si uno tiene a su familia y sus amistades con sí mismo, ellos tienen a su país.

No comments: