Sunday, June 15, 2008

El lenguaje, la identidad, y el ser un latino monolingual podiendo hablar dos idiomas

Image and video hosting by TinyPic


Cuando vine a los Estados Unidos a los cuatro años, el español era el único idioma que sabía. Recuerdo que cuando jugaba con mis primos, hablábamos en español solamente. Bueno, no sabíamos el inglés, y antes de que entraramos a la escuela en este país, el español era el idioma que hablaba en la casa, con mi familia, y con mis amigos.

No me acuerdo si fue difícil aprender el inglés. Sé que cuando mis padres me matricularon en la escuela “Head Start,” mis profesoras y la mayoría de mis amigos hablaban en español. Pero me parece que cuando entré al “kindergarden,” me pusieron en clases ESL (English as Second Language).

Poco a poco, aprendí el inglés. Siento que la escuela ayudó mucho, porque empezé a comunicarme con mis amigos, y mis primos en el inglés.

Pero en la casa, mis padres siempre me hicieron practicar el español. Siempre acuerdo que mi papa decía, “no quiero que te olvides de tus raíces y de tu idioma. En la escuela el inglés, pero aquí el español.” Habeces cuando empezaba a hablar el inglés en la casa sin darme cuenta, mi padre me decía, “no te endiendo, ¿qué quieres decirme?” Aungque el entendía perféctamente, me decía esto para que hable el español.

Mientras el tiempo pasaba, y yo crecía, el estar en la escuela y tender clases de inglés me ayudó a aprender más del idioma y entenderlo (y hablarlo) perféctmente. Comparado cuando era niño (cuando el español era mí idioma dominante), el inglés empezó a hacer el idioma que yo podía hablar mejor. También, en muchos aspectos, yo prefería hablar en inglés que al español.

Ahora, sigue siendo lo mismo: hablo el español exclusivamente en mi casa, y hablo el inglés exclusivamente en la universidad. Siento que me puedo expresar mejor en el inglés. Me parece más natural hablarlo que el español.

Cuando el profesor nos preguntó si el poder hablar los dos idiomas nos da dos “identidades,” inmediatamente pensé que no. Pero lo más que lo pienso, me doy cuenta que sí puede decir que el poder hablar dos idiomas me hace sentir diferente cuando hablo uno de los idiomas. Cuando hablo el español, me siento más cerca de mis raíces latinas (ecuatorianas), y me recuerda quien soy en esta sociedad: un latino inmigrante. Pero cuando hablo el inglés, me siento más “white washed” (o sea, más “gringo”). Cuando hablo el inglés, mi identidad latina no es prevalente, y me siento como cualquier otra persona estadounidense en este país. Es interesante esto, porque nunca pensé que el poder hablar dos idiomas da a una persona distintas identidades.

Es decir, cuando estoy en mi casa, soy un ecuatoriano, y el hablar el español me recuerda de mis raíces. Pero cuando estoy en UCLA, soy “gringo.” Bueno, esto tiene implicaciones para la importancia del lugar donde uno está para su identidad cultural. Pero el lenguaje también es importante.
Esto me hace preguntárme a mi mismo ¿soy bilingue? Es claro que puedo hablar el inglés y el español, ¿pero cuál idioma es mi idioma?
Siento, como el profesor, que aunque pueda hablar los dos idiomas, el idioma que yo uso con más facilidad y el idioma en que mi mente “piensa” es el inglés. Nunco había considerado que nadie es, en verdad, bilingue. Siempre había pensado que al poder hablar dos idiomas, ya es. Pero el profesor tiene razón que el ser bilingue es más que poder hablar dos idiomas. También tiene que ver con el idioma que uno piensa, se expresa, y sueña.
Cuando yo pienso, es defenitivamente en el inglés. Cuando trato de recordar eventos, pensar de mis amigos, analizar situaciones, o rezar, lo hago en el inglés. Pienso que es por lo que ya he mencionado: el inglés es el idioma que hablo más, y, por esto, es más inmediato, más natural. Cuando hablo el español, habeces tengo que pensar de lo que voy a decir, y es un poquito más de esfuerzo. Para ilustrar, ayer tuve una fiesta de graduación, y estaba hablando con un tío. El me empezó a hacer preguntas de lo que iba a hacer en el futuro, y le empezé a decir, pero se me hizo un poco difícil. Por esto, le tuve que comentar que tenga paciencia conmigo, porque unas cosas se me hacen difíciles de decir en el español.
Por esto, entonces, pienso que el inglés es el idioma que pueda hablar con más facilidad y con más fuerza.
Esto me hace preguntar, ¿en mi casa, cuando habló el español con mis padres, sigue siendo el inglés el lenguaje de mi mente? Y la respuesta es sí. Aunque hable con mis padres el español, cuando pienso de lo que les dije después, lo hago en inglés. Y cuando pienso de mi futuro, de mis amistades, y de mi escuela (es decir, cuando pienso en estas cosas cuando estoy en mi casa), lo sigo siendo en el inglés. Es importante decir que, aunque piense en inglés en mi casa, lo que dije antes de sentirme más latino cuando estoy en la casa sigue siendo.
Se puede sumar todo lo que dije con esto: no soy bilingue. El idioma de mi preferencia (mental y vocal) es el inglés, y esto es verdad cuando estoy en mi casa, y cuando estoy en la escuela. Pero cuando me voy a casa, donde mis raíces latinas son mas prevalentes, y habló el español con mis padres, me siento más latino (aunque el inglés sigue siendo el idioma más fuerte en mi mente). Pienso que, en esencia, esto es la experiencia de muchos latinos viviendo en Los Angeles, y recién ahora me estoy dando cuenta de esto, gracias a esta clase. La identidad depende mucho en el idioma, pero, viviendo en Los Estados Unidos, el inglés es el idioma que muchos latinos que crecieron aquí prefieren hablar. Aunque hablen los dos idiomas, no son verdaderamente “bilingues,” y piensan en el inglés. Pero esto no quita de que, en casa, se sientan más latinos, donde están cerca de sus raíces y su gente. Muchas gracias Profesor Fuguet!

No comments: